lunes, 31 de marzo de 2014

La habilidad de pensar.

Existe otra razón por la que pensar de forma filosófica puede ser un buen ejercicio. La actividad de filosofar puede ayudar a adoptar una importante habilidad para pensar, una habilidad que todos necesitamos para descubrir la verdad. Suele ser una habilidad transferible que nunca caduca. La capacidad de descubrir un error de lógica, eliminar la paja, ser relevante y establecer una afirmación de forma clara y precisa, etc., son habilidades que siempre vienen bien, hagas lo que hagas en la vida. Es evidente que son los profesionales quienes más la emplean, por eso en muchas empresas dan mucha importancia a una titulación en filosofía.
Las habilidades críticas que desarrolla la filosofía son practicas también en otros sentidos. Ayudan a inmunizarnos contra las artimañas de los politicos, los curanderos, los vendedores de coche de segunda mano, los que niegan el holocausto, los gurús de moda y otros engañabobos. Existen ciertos errores básicos que tendemos a cometer cuando sopesamos probabilidades y estraemos conclusiones, e inclusos una pequeña explosión al pensamiento filosófico y critico puede contribuir a hacernos menos vulnerables.
De hecho, existen cada vez más pruebas de que los debates filosóficos en el colegio tienen beneficios educativos sobre los niños, ya que no solo aumentan su inteligencia intelectual, sino también su inteligencia social y emocional. Parece que incluso una pequeña exposición a la filosofía en edades tempranas puede mejorar profundamente la vida.

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