viernes, 11 de abril de 2014

Resumen para ser persona. (I)

La gran obra de nuestra vida es nuestra propia estatua. La vida de la persona es llamada a realizar un sentido y nuestra responsabilidad es responder ante ello.
La vida de la persona es la realización de este sentido que va descubriendo y que está más allá de sí.
Toda persona se percibe a sí misma como siendo un alguien y no una cosa o un mero individuo más. Y somos alguien en la medida en que actuamos con alguien en la realización de la obra que somos, por lo tanto, nuestra misión repercute en las demás. Somos energia, somos actividad. Somos el conjunto de capacidades que nos definen.
Así por lo tanto estas cualidades que nos definen son: linguisticas y comunicativas, intelectuales, capacidades afectivas, capacidades de relación, capacidades de acción, capacidades artisticas, capacidad de organizar, capacidades fisicas y psicomotoras y un largo etcétera.
El resultado final depende de lo que uno hace con lo que ha recibido y no tanto de lo que ha recibido.
También somos finitud, limitación. Nuestras fuerzas y capacidades son limitadas. Nuestro tiempo es limitado. Somos homo sapiens y como homo faber (el hombre que hace o fabrica) pero también homo patiens: hombres sufirentes. El reto es realizarnos en el sufrimiento, siempre podemos aprender de él.
El gran reto que se me presenta como persona es "atrévete a esculpir tu propia estatua".

Vía| Para ser persona de Xosé Manuel Dominguez Prieto.

jueves, 3 de abril de 2014

El mundo de las sombras y las formas

Un reino de sombras.

Platón creía que el mundo que vemos a nuestro alrededor es una ilusión. La verdadera realidad está oculta y es inaccesible para nuestros sentidos. Pero, ¿cómo es la realidad? Según Platón, contiene entidades abstractas conocidas como formas. Supongamos que observamos varias cosas hermosas: una puesta de sol, una flor, un cuadro, etc. Todas se diferencian en que muchas cosas evidentes, pero aun así, tienen algo en comun: todas son hermosas. Según Platón, eso que tienen en común es una entidad: la forma de la belleza. De forma similar, Platón supone que existe la forma del caballo, la de la montaña, la de la casa etc. Sin embargo, Platón creía que las formas se diferencian de las cosas de forma importante.

Definición del las formas.

Platón argumenta que toda forma es perfecta, que ejemplifica perfectamente la propiedad en cuestión. Ninguna cosa es siempre perfectamente hermosa, siempre puede ser un poco más hermosa de lo que es. Por otro lado, la forma de la belleza, la belleza en sí ,os,a, es perfectamente hermosa.
La belleza no es eterna, una flor termina marchi-
tando. Para Platón, la forma de la belleza es
eterna, inmutable y perfecta.
Platón también argumenta que las formas son eternas. Las cosas bellas vienen y van; una flor hermosa florece, pero enseguida se marchita y muere. En cambio, la belleza en sí misma ni existe ni deja de existir.
En tercer lugar, las formas son inmutables. Por supuesto, nuestra opinión sobre lo que es hermoso cambia con el tiempo; la moda cambia, pero según Platón, la forma de la belleza en sí no cambia.
En ultimo lugar, las formas son más reales que las cosas a las que caracterizan, que son solo sombras efímeras o reflejos de las formas, que son las que realmente existen.

Las formas y el conocimiento.

Platón también afirma que todos poseemos un alma inmortal que adquirimos con las formas (por supuesto, es una experiencia que hemos olvidado) y que regresa al reino de estas cuando morimos. Además, sugiere que todo el conocimiento genuino es conocimiento de las formas, y para demostrarlo presenta el siguiente argumento: por ejemplo, antes se creía que la Tierra era plana, pero ahora no. El conocimiento genuino no puede cambiar así; si resulta que algo no es conocimiento, es que nunca lo fue. Lo que una vez fue conocimiento no puede dejar de serlo más tarde. Pero, según Platón, si el conocimiento no puede cambiar, el conocimiento en sí debe de formar parte de lo que no puede cambiar. Como lo único que no cambia son las formas, el único conocimiento verdadero debe ser el de las formas.
Nuestros sentidos no pueden proporcionarnos ese conocimiento, ya que solo revelan una sombra cambiante del mundo. Por eso Platón cree que solo a través de la reflexión metafísica se puede alcanzar un conocimiento verdadero, el de las eternas, inmutables y perfectas formas.

miércoles, 2 de abril de 2014

Platón

Vida y Obra.

427-347 a.C.
Platón, nacido en una familia noble ateniense, estaba emparentado con los gobernantes del periodo de los treinta tiranos (404-403 a.C.), y aunque eso no le hizo rechazar la democracia ateniense sí lo hizo el juicio y la ejecución de su maestro, Sócrates, en el año 399 a.C. Platón, que entonces tenía treinta años, se fue de Atenas y viajo seguramente a Egipto y más tarde a Sicilia, donde probablemente que descubriera la filosofía pitagórica. Cuando regresó a Atenas, en el año 387 a.C., fundo la Academia, que se basaba en el principio de que los alumnos debían aprender a criticar y pensar por sí mismos en vez de aceptar las opiniones de sus maestros. Se la suele considerar la primera universidad. Muchos de los intelectuales más importantes del mundo clásico asistieron a la Academia, incluido Aristóteles. Platón volvió a Sicilia para ser el tutor del príncipe Dioniso con la esperanza de crear un gobernante filósofo, pero no tuvo mucho éxito.

Ideas Básicas

Platón observó que las afirmaciones sobre las cosas físicas nunca pueden realizarse sin calificarlas. Por ejemplo, no se puede decir que un objeto es totalmente hermoso o que una persona es completamente valiente. Solo se puede ser hermoso o valiente en algún aspecto y en algún grado, y por eso no se puede cumplir el ideal de belleza o el del coraje. Pero si no se puede decir que ninguna cosa del mundo es hermosa, ¿cómo se llega a la idea de la belleza? ¿Y qué es lo que todos los actos valientes tienen en común? Platón responde a ambas cuestiones proponiendo la existencia real de la idea o forma de la belleza, el valor y otros términos generales. La forma es el universal al que dichos términos se refieren. Por ejemplo, lo que hace que una manzana sea miembro de una clase concreta de cosa (las manzanas) es que se parece o se caracteriza por la forma eterna de la manzana. Las cosas particulares del mundo físico que se caracterizan por la forma, como todas las cosas hermosas, son imitaciones o aproximaciones al ideal. Esta forma no se puede observar con los sentidos, sino que es nuestra capacidad de comprender este paradigma a través de una especie de visión intelectual lo que nos permite reconocer las cosas particulares de los sentidos por lo que son. Esto, en esencia, es la teoría de las formas, por la que Platón es recordado.

Conocimiento.

Platón estaba de acuerdo con Heráclito en que todas las cosas del mundo percibidas por los sentidos siempre se convierten en otras cosas; no importa cuánto duren, todos los hechos sobre la realidad física dejarán de existir algún día. Pero, según Platón, el conocimiento tiene que ser sobre lo que es totalmente, es decir, que realmente no podemos conocer el mundo de los sentidos, por lo que el conocimiento debe ocuparse de las formas o de los objetos que no cambian ni degeneran, que son totalmente lo que son. De esta forma, Platón divide la realidad en dos reinos, el mundo físico de la ascensión al ser y el mundo del ser, lleno de formas eternas y perfectas. La labor del filósofo es llegar a un conocimiento total de las formas que subyacen al mundo cambiante de los sentidos. Según Sócrates, el método para conseguir esto es la dialéctica, una unión cooperativa de las mentes que, mediante el razonamiento crítico, analiza poco a poco los conceptos y se acerca a la verdad. Sin embargo, comprender las formas requiere recelar de la realidad definitiva, que es la forma del bien. Platón consideraba que esta era la meta de toda pregunta, ya que todas las explicaciones deberían realizarse en términos del bien. En otras palabras, antes de poder explicar algo, se debe reconocer en qué sentido es bueno para su propósito.

La inmortalidad del alma.

La dialéctica es esencialmente un método para analizar los conceptos que ya poseemos, aunque de forma muy implícita. Para Platón, normalmente solo tenemos un conocimiento implícito de las formas, y la labor del filósofo es despertar la consciencia de ese conocimiento latente. Así, aprender no es descubrir nada nuevo, sino recordarlo. Platón plantea paralelismos entre este método y el razonamiento a priori de las matemáticas. Por ejemplo, es posible reconocer la verdad de una prueba geométrica porque en realidad no estamos aprendiendo nada nuevo, sino reconociendo algo que conocíamos antes de nacer. Si todo el conocimiento es recuerdo, como afirma Platón, se demuestra que el alma existe antes de nacer, lo que da pie a la posibilidad de que pueda sobrevivir a la muerte del cuerpo.

La utopía de Platón.

La república es el primero de muchos intentos de esbozar una sociedad ideal. Platón rechaza la democracia como sistema de gobierno basándose en que el pueblo no está cualificado para gobernar. Los que podrían llegar a lo más alto en una democracia no son el tipo de personas que queremos que nos gobiernen. Su modelo es un estado en el que los conflictos internos se han abolido y cada ciudadano cumple con el papel que se le ha asignado. Esto comportaría la institución de un régimen de formación y selección para crear un grupo de élite de gobernantes sabios e incorruptibles, los guardianes del estado, a los cuales se podría llamar filósofos, porque serían verdaderos amantes de la sabiduría. Deben adquirir conocimientos sobre el bien para poder gobernar con eficacia, por el bien del estado.

martes, 1 de abril de 2014

La incoherencia del escepticismo.

Una respuesta del escepticismo afirma que este no tiene sentido y que, de hecho, se contradice. Por ejemplo se puede argumentar que el significado de las palabras conocimiento y saber está determinado por cómo empleamos esos términos normalmente. Por lo tanto, una afirmación escéptica como "no sé que estoy leyendo esta entrada" no tiene sentido. Precisamente mediante casos como este aprendemos lo que significa saber.
Sin embargo, parece que esta aproximación al lenguaje cotidiano no refuta el escepticismo. Los escépticos argumentan que incluso en esos casos típicos de conocimiento, nuestra presunción esta injustificada, y afirman que saber que la apariencia es una buena guía de la realidad es una condición  del conocimiento del mundo. Normalmente, asumimos que esa condición se cumple y por eso decimos: "sé que tengo una naranja delante, etc." Entonces el escéptico señala que esa condición no se cumple: por lo que sé, podría estar experimentando una realidad virtual creada para engañarme, en cuyo caso, no tengo ninguna base para suponer que la apariencia es una buena guía de la realidad. Por lo tanto, aunque aprendamos el significado de la palabra saber planteando casos típicos del lenguaje cotidiano, la cuestión de si se puede aplicar correctamente en esos casos sigue abierta.
La Venus de Milo representa quizá la belleza
perfecta. ¿El concepto de imperfección tiene
sentido solo si existe algo perfecto? 
Por otro lado, sin corrección, la idea del error no tiene sentido, al igual que la falsificación de obras o tiene sentido si no existen obras autenticas.
Pero, ¿nuestras nociones de lo que es un error y lo que es la corrección funcionan de la misma manera? ¿O acaso debemos hablar de lo perfecto y lo imperfecto? Es cierto que la idea de imperfección no puede existir sin la de perfección, pero eso significa que para tener la idea de imperfección deba existir algo perfecto. Asimismo, no podemos deducir que sabemos algunas cosas solo porque el escepticismo plantee la posibilidad de que estemos equivocados.

lunes, 31 de marzo de 2014

La habilidad de pensar.

Existe otra razón por la que pensar de forma filosófica puede ser un buen ejercicio. La actividad de filosofar puede ayudar a adoptar una importante habilidad para pensar, una habilidad que todos necesitamos para descubrir la verdad. Suele ser una habilidad transferible que nunca caduca. La capacidad de descubrir un error de lógica, eliminar la paja, ser relevante y establecer una afirmación de forma clara y precisa, etc., son habilidades que siempre vienen bien, hagas lo que hagas en la vida. Es evidente que son los profesionales quienes más la emplean, por eso en muchas empresas dan mucha importancia a una titulación en filosofía.
Las habilidades críticas que desarrolla la filosofía son practicas también en otros sentidos. Ayudan a inmunizarnos contra las artimañas de los politicos, los curanderos, los vendedores de coche de segunda mano, los que niegan el holocausto, los gurús de moda y otros engañabobos. Existen ciertos errores básicos que tendemos a cometer cuando sopesamos probabilidades y estraemos conclusiones, e inclusos una pequeña explosión al pensamiento filosófico y critico puede contribuir a hacernos menos vulnerables.
De hecho, existen cada vez más pruebas de que los debates filosóficos en el colegio tienen beneficios educativos sobre los niños, ya que no solo aumentan su inteligencia intelectual, sino también su inteligencia social y emocional. Parece que incluso una pequeña exposición a la filosofía en edades tempranas puede mejorar profundamente la vida.

viernes, 28 de marzo de 2014

Distintas aproximaciones.

Aunque la mayoría de los filósofos remarcan la importancia de la razón, difieren enormemente en su aproximación hacia las cuestiones filosóficas. El método más evidente de aplicar la razón a una cuestión filosófica es intentar encontrar su respuesta, como cuando se intenta encontrar la solución de una adivinanza. Aunque no se pueda decidir qué  respuesta es la correcta, quizá se pueda demostrar que cierta respuesta no es, o probablemente que no sea, correcta (igual que Sherlock Holmes cuando todavía no sabe quién a cometido el crimen, pero puede afirmar que el mayordomo no ha sido). Esta aproximación frontal a las cuestiones filosóficas es muy común, pero existen otras alternativas.
Una aproximación más radical consiste en intentar demostrar que la pregunta es una pregunta equivocada. Por ejemplo, a la pregunta "¿por qué existen las cosas y no la nada?", podemos buscar una respuesta o podemos demostrar que, aunque parezca que la pregunta tiene sentido, en realidad no lo tiene. Cuando normalmente consideramos una situación en la que no hay nada, queremos decir que no hay nada allí, es decir, un espacio que esta vació, como cuando decimos "en esta caja no hay nada". Pero el otro tipo de nada es mucho más radical, ya que implica la ausencia del tiempo y el espacio. Pero, ¿esta noción de la nada absoluta tiene sentido? Varios filósofos afirman que no, y si la noción de la nada absoluta no tiene sentido, la pregunta tampoco, en cuyo caso, no necesita respuesta.
Cuando nos enfrentamos a un problema en apariencia insoluble, vale la pena considerar este tipo de aproximación alternativa.

jueves, 27 de marzo de 2014

El papel de la ciencia.

En la anterior entrada hablábamos sobre la ciencia y como esta se desvinculaba de la filosofía; pero eso no quiere decir que la ciencia o las pruebas empíricas no puedan resolver cuestiones filosóficas. En algunos casos la ciencia, y sin duda nuestros sentidos, pueden ser muy útiles. En el caso de la discusión sobre la existencia de Dios, algunas personas creen que la ciencia moderna ha descubierto pruebas de un diseñador inteligente, mientras que otras creen que el sufrimiento del mundo es una prueba abrumadora de que no existe un dios todopoderoso y omnipotente. En ambos casos la observación del mundo revela una pruebas que pueden cambiar enormemente la balanza de las probabilidades a favor y en contra de Dios, incluso aunque esas pruebas no puedan afirmar de forma concluyente si existe Dios o no (aunque quizá si puedan). La investigación y las pruebas empíricas no son relevantes cuando se trata de creer en Dios, a pesar de que la existencia de Dios siga siendo una cuestión filosófica.

miércoles, 26 de marzo de 2014

Filosofía y ciencia.

Los físicos de partículas intentan
identificar las partículas fundamentales
que componen el universo, pero
no pueden decirnos por qué existen
esas partículas, ya que no es posible
explicar esa pregunta mediante la
experimentación.
La filosofía plantea cuestiones, que en muchos casos, parecen ir más allá del punto en el que la ciencia da respuestas. Por ejemplo: ¿por qué existen las cosas? ¿Cómo puedo saber que no estoy atrapado en una realidad virtual? ¿Tenemos un alma inmortal? ¿Qué hace que las cosas sean buenas o malas? ¿El ser humano posee libre albedrío?
Una de las razones por las que la ciencia no puede, en muchos casos, ofrecer respuestas a estas preguntas es que las presupone. Por ejemplo, ¿cómo puedo saber que no estoy atrapado en un mundo de fantasía? Si has visto Matrix, te será familiar la idea de que el mundo en el que parecemos vivir podría no ser real, quizá una realidad creada por un ordenador al que nos conectan desde el momento en que nacemos, un engaño sobre nuestro sistema nercioso alimentado por una máquina central. Como la ciencia empírica solo presupone que nuestros cinco sentidos nos dan acceso a la realidad, no puede esclarecer si somos víctimas de una ilusión tan elaborada.
Otro ejemplo: ¿por qué existen las cosas? Los científicos explican la existencia del universo mediante un big bang que tuvo lugar hace unos trece mil millones y medo de años. Pero, ¿esta explicación científica consigue eliminar nuestra sensación de que es un misterio? ¿Explica eso por qué existen las cosas? No. Ahora podemos preguntar por qué hubo un bang. El misterio de por qué existen las cosas no se ha resuelto, solo se ha pospuesto. Aunque la ciencia tiene un gran interés en descubrir el erigen del universo, parece que el misterio fundamental de la existencia de las cosas va más allá del punto en el que la ciencia puede proporcionarnos respuestas.
Otra razón por la que la ciencia es incapaz de responder a estas preguntas es que suele tratar, al menos en parte, sobre significados y conceptos. Si queremos responder a la pregunta "¿el ser humano posee libre albedrío?", debemos tener claro que significa "libre albedrío", lo que implica ese concepto. Incluso cuando aparecen todos los hechos científicos, ese enigma persistirá si no sabemos lo que significa el libre albedrío. La aclaración de significados y conceptos es una de las principales labores del filósofo.

martes, 25 de marzo de 2014

Razonamiento Filosófico

Hay que remarcar que el tipo de razonamiento de los filósofos no es especial o poco común, sino que la mayor parte es el razonamiento normal y corriente que aplicamos cuando intentamos averiguar lo que le pasa a nuestro coche, si alguien nos está diciendo la verdad o cómo llegar de A a B por el camino más corto. Como digo, sería un error presuponer que la razón es capaz de responder a todas nuestra preguntas más importantes. Sin embargo, sin duda tiene el poder de iluminar al menos algunas de ellas, e incluso cuando no puede proporcionar respuestas definitivas, a menudo puede revelar por qué ciertas respuestas no son suficientes. Esa es una de las razones por las que pensar de forma filosófica puede ser un ejercicio valioso, aunque no se encuentre ninguna solución.

lunes, 24 de marzo de 2014

Immanuel Kant

1724-1804

Vida y Obra.

Kant vivio toda la vida en su ciudad natal, Königsberg, entonces capital de Prusia, y sus viajes nunca duraron mas de un día. Ingresó en la Universidad de Königsberg en 1740, donde estudió principalmente a Leibniz. Tras licenciarse, trabajo como profesor privado, en 1755 optubo una cátedra en la universidad, donde enseño varias asignaturas, como fisica, antropologia y geografía, así como filosofía. A los cuarenta y cinco años fue nombrado catedratico de lógica y metafísica.

Ideas Básicas.

El primer problema que planteó Kant fue descubrir cómo realizar descubrimientos positivos sobre lo que subyace a la experiencia humana. Le impulsó la insistencia escéptica de Hume de que el conocimiento sustancial sobre el mundo requiere una experiencia sensorial, que es imposible extender nuestro conocimiento de la existencia de sustancias materiales, de la causa y el efecto y del yo serían imposibles.
Para superar esa dificultad, Kant intenta demostrar que podemos descubrir verdades significativas sobre la realidad a priori (o mediante la razón pura, que ya hablare de ella más adelante) examinando las condiciones de la posibilidad de nuestra experiencia. En vez de plantear la cuestion tradicional de si nuestro conocimiento refleja de forma precisa la realidad, Kant se pregunta cómo refleja la realidad nuestro conocimiento. Afirma que lo que conocemos está predeterminado por la naturaleza de nuestro sistema sensorial y cognitivo. En otras palabras, aunque el conocimiento humano empieza en la experiencia, requiere que la mente humana lo ordene, y si es posible, mediante la razón, describa la estructura que la experiencia debe tener y así descubrir verdades universales sobre nuestro mundo.
¿Qué es esa estructura? Kant señalaba que nuestra experiencia del mundo es espacio temporal, el espacio y el tiempo son la condiciones a priori de la experiencia sensorial, y la estructura necesaria impuesta por nosotros sobre la experiencia. Kant también intenta determinar las categorías generales de pensamiento que nos permiten organizar el material sensorial: la sustancia, lo que está hecho de materia, y la causa y efecto, los sucesos relacionados como leyes, condiciones necesarias para la posibilidad del conocimiento.
Al igual que el espacio y el tiempo, son características del mundo como aparecen en la mente, no como son en si mismas. De esta forma, Kant vence el escepticismo de Hume al demostrar que podemos adquirir conocimiento del mundo tal como nos parece a nosotros. Sin embargo, esto no significa que no podemos tener conocimiento del mundo más allá de las apariencias. El mundo real, lo que Kant llama noúmeno, tal vez no sea espacio temporal, ni contenga sustancias, ni obedezca leyes de causa y efecto. De hecho, no podemos decir nada definitivo sobre él, y como solo podemos aplicar la razón al universo tal como nos parece, a sus fenómenos, no podemos emplearlo para discutir sobre el  universo como un todo o sobre lo que subyace a él. Esto llevó a Kant a proscribir muchas de las especulaciones metafísicas: la existencia de Dios, el origen del universo y si está limitado por el espacio y el tiempo o la inmortalidad del alma, ya que dichos temas no se pueden resolver apelando a la experiencia real.

Ética.

Si la ciencia trata sobre el mundo aparente que obedece a leyes causales, ¿qué hay de los seres humanos? ¿Nuestros actos están determinados por las leyes de la física? Kant creía que, a partir de la experiencia, era evidente que somos libres, por lo que debemos de ser algo más que seres fenomenales. Nuestro yo noumenal es la fuente del libre albedrío y lo que permite los actos morales. Para Kant, solo se puede decir que son libres los agentes que deliberan racionalmente sobre sus decisiones. No podemos esperar que nuestros deberes nos sean otorgados por una autoridad superior o impuestos por nuestras emociones, sino que debemos descubrirlos por nosotros mismos mediante el uso autónomo de nuestra razón. Solo esta es universal y puede crear exigencias universales a nuestra conducta. Por tanto, lo que hace que un acto sea moral es que esté motivado por una aceptación moral de deber, no por otros motivos como el interés propio o la culpa, ni siquiera la compasión. Un deber moral es una exigencia  incondicional o categórica sobre nuestra conducta. No nos exige que hagamos algo por lo que podamos ganar, sino que deberíamos hacerlo solo porque tenemos ese deber. Kant contrasta estos imperativos categóricos, que son genuinamente morales, con imperativos hipotéticos, que no lo son. Los hipotéticos requiere que hagamos algo para alcanzar una meta. Para Kant, solo un imperativo que verdaderamente tenga una aplicación universal (y eso implica todas las circunstancias equivalentes) puede ser moral.
Nuestro deber debe ser siempre actuar de la forma en que querríamos que los demás actuaran también. Para Kant, esto equivale a decir que siempre deberíamos tratar a los demás como fines en sí mismos y nunca como medio para nuestros fines, es decir, que deberíamos respetar las metas de los demás en vez de utilizarnos para lograr nuestros propios fines.
"La metafísica es un oscuro océano sin orillas ni faros, repleto de muchos naufragios filosóficos" Atribuido a Immanuel Kant.

Filosofía y religión.

Muchas de las preguntas planteadas por la filosofía las plantea tambien la religión. Las religiones, por lo general, intentan proporcionar respuestas a la pregunta de por qué existe el universo y todo lo que nos rodea. Algunas suponen que Dios lo creó todo. Muchas plantean preguntas sobre si poseemos algún tipo de esencia no fisica o alma y qué hace que las cosas estén bien o mal. De hecho, muchos de los pensadores religiosos más importantes han sido filósofos y algunos de los filósofos mas importantes han sido teólogos.
Si se tiene en cuenta esta separación entre la filosofía y la religión sobre las cuestiones que plantean, ¿en qué se diferencian? Una de sus diferencias es el énfasis que ponen en el papel de la razón. Evidentemente, hay que reconocer que la razon tiene sus límites, no es capaz de resolver todos los enigmas filosóficos. La filosofía solo nos anima a aplicar nuestra razón tanto y tan lejos como podamos. La religión también anima a aplicar la razón, pero nromalmente también insiste en la importancia de otros caminos hacia la verdad, como la revelación y las escrituras. Algunas van más allá y desaconsejan la aplicación de la razón en ciertas cuestiones. Cuando ese es el caso, la filosofía y la religión se separan. En la tradición filosófica occidental, lo importante es someter las afirmaciones a un escrutinio crítico e intentar justificar nuestra postura de forma racional, intentar proporcionar al menos una base sólida para suponer que son ciertas.

sábado, 22 de marzo de 2014

Preguntas fundamentales

Como todos sabemos, los niños suelen preguntar "¿por qué?" sin parar, y no tardan en escarbar en algunas de nuestras creencias más fundamentales. Los filósofos tienen esta misma tendencia infantil a cuestionar lo fundamental, a hacer las preguntas básicas que, en nuestra vida diaria, no se nos ocurren porque pertenecen a lo que normalemente damos por sentado.
El sueño de la razón produce monstruos capta el espíritu de la Ilustración y su énfasis sobre el papel de la razón para disparar el miedo, la incertidumbre y las supersticuiones.

Aunque pensar de forma filosófica puede ser estimulante, también puede ser perturbador. Cuando empezamos a pensar así, lo hacemos sin red de seguridad. El suelo firme bajo nuestros pies puede desaparecer rápidamente y dejarnos sobre el vacío. Esta sensación de vértigo intelectual es algo común en la filosofía. No es de extrañar que muchos prefiramos no pensar en esos temas o considerar muchas cuestiones, sino que prefiramos quedarnos donde nos sentimos seguros.
Pero vale la pena correr el riesgo. Cuestionarse lo fundamental puede ser muy fructífero. Algunos de los descubrimientos científicos más importantes han surgido cuando los científicos se han planteado esas cuestiones. Einstein señalaba que una de sus grandes inspiraciones le llegó tras leer al filósofo del siglo XVIII David Hume (que ya hablaremos de el más adelante), que hizo cuestionarse lo que los demás presuponían que era cierto.
No solo los científicos se pueden beneficiar de cuestionar lo fundamental. Algunas de las ideas políticas y morales más importantes han sido desarrolladas por personas que deseaban cuestionar y en algunos casos rechazar, lo que casi todo el mundo presuponía como cierto. No hace demasiado tiempo, se consideraba obvio en la mayoría de occidente que la esclavitud era algo moralmente aceptable y que el lugar de la mujer estaba en casa. El progreso moral y político de estos temas lo iniciaron los que dieron  un paso adelante y se cuastionaron lo que los demás daban por sentado. La civilizción occidental le debe mucho a aquellos preparados para pensar y cuestionar lo que los demás daban por hecho.

viernes, 21 de marzo de 2014

Todos tenemos creencias filosóficas.

Las cuastiónes filosóficas incluyen algunas de las preguntas más emociónantes, desconcertantes e importantes que jamás se han plateado. Desafían nuestras creencias más fundamentales. En las proximas entradas trataremos: ¿Qué son las preguntas filosóficas y cómo intentan responderalas los filósofos?

Todos tenemos creencias filosóficas.

A veces la filosofía se describe como una disciplina banal que no tiene relevancia en la vida diaria; pero lo cierto es que la filosofía puede ser muy relevante, y muy amenudo lo es.
Aunque no nos demos cuenta, todos tenemos creencias filosóficas. Por ejemplo, seguro que tú, como yo, que el pasado es una guía fiable del futúro; pues eso es una creencia filosófica. Es posible que creas que Dios existe, o que no, y eso también son creencias filosóficas. Algunos creen que poseemos un alma inmortal, mientras que otros creen que solo somos seres materiales. Muchos creen que las cosas son morales o inmorales, independientemente de lo que supongamos, mientras que otros afirman que el bien y el mal son subjetivos. Creemos que el mundo que nos rodea es real y que sigue existiendo aunque no lo estemos observando, y eso también son creencias filosóficas, ambas muy examinadas por los filosofos.
Es evidente que estas creencias pueden tener un imacto significativo sobre nuestra vida diaria. Es posible que quien crea que la moralidad es algo subjetivo no se comporte igual que alguien que cree que la maldad de robar o matar es algo objetivo. También aparecen aspectos filosóficos en muchos debates morales y políticos contemporáneos: el aborto, los derechos de los animales, la guerra o la libertad de expresión son temas con una importante dimensión filosófica.
Por tanto, quien nunca haya pensado en estos temas o no esté preparado para hacerlo, tendrá graves problemas para decidir qué es, o probablemente es, verdad.

Pensar de forma filosófica.

Pensar de forma filosófica es una aventura, un viaje a los limites del pensamiento y la comprensión. Las preguntas y los temas filosóficos fascinan a muchos; pero no siempre se sabe por dónde empezar. Este blog pretende proporcionar una guia precisa y clara a quienes empiezan a interesarse por la filosofía.
Este blog esta dirigido para el aficiónado a la filosofía; aunque también puede ser util para los estudiantes que empiezan a estudiarla. En estas entradas descubrirás algunos de los pensamientos más extraordinarios, desconcertantes, inspiradores y en algunos casos, realmente peculiares, albergados por la humanidad. Muchas de las cuestiones planteadas en la época clásica por Platón, uno de los mayores filósofos de todos los tiempos, se siguen discutiendo.
Hay que remarcar que este blog solo es una muestra, no intentaremos abarcarlo todo. Será una selección cuidadosa de cuestiones, pensamientos e ideas. Aunque incluyen las principales teorías filosoficas occidentales.
 Cuando empezamos a pensar de forma filosófica, nos distanciamos un poco y nos empezamos a cuastionar incluso las cosas que normalmente damos por sentadas, por ejemplo, si en realidad existe algo.