viernes, 21 de marzo de 2014

Todos tenemos creencias filosóficas.

Las cuastiónes filosóficas incluyen algunas de las preguntas más emociónantes, desconcertantes e importantes que jamás se han plateado. Desafían nuestras creencias más fundamentales. En las proximas entradas trataremos: ¿Qué son las preguntas filosóficas y cómo intentan responderalas los filósofos?

Todos tenemos creencias filosóficas.

A veces la filosofía se describe como una disciplina banal que no tiene relevancia en la vida diaria; pero lo cierto es que la filosofía puede ser muy relevante, y muy amenudo lo es.
Aunque no nos demos cuenta, todos tenemos creencias filosóficas. Por ejemplo, seguro que tú, como yo, que el pasado es una guía fiable del futúro; pues eso es una creencia filosófica. Es posible que creas que Dios existe, o que no, y eso también son creencias filosóficas. Algunos creen que poseemos un alma inmortal, mientras que otros creen que solo somos seres materiales. Muchos creen que las cosas son morales o inmorales, independientemente de lo que supongamos, mientras que otros afirman que el bien y el mal son subjetivos. Creemos que el mundo que nos rodea es real y que sigue existiendo aunque no lo estemos observando, y eso también son creencias filosóficas, ambas muy examinadas por los filosofos.
Es evidente que estas creencias pueden tener un imacto significativo sobre nuestra vida diaria. Es posible que quien crea que la moralidad es algo subjetivo no se comporte igual que alguien que cree que la maldad de robar o matar es algo objetivo. También aparecen aspectos filosóficos en muchos debates morales y políticos contemporáneos: el aborto, los derechos de los animales, la guerra o la libertad de expresión son temas con una importante dimensión filosófica.
Por tanto, quien nunca haya pensado en estos temas o no esté preparado para hacerlo, tendrá graves problemas para decidir qué es, o probablemente es, verdad.

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